martes, 10 de mayo de 2011
mito de icaro.
MITO DE ICARO
Dédalo consiguió escapar de su prisión, pero no podía abandonar la isla por mar, ya que el rey mantenía una estrecha vigilancia sobre todos los veleros, y no permitía que ninguno navegase sin ser cuidadosamente registrado. Dado que Minos , el rey, controlaba la tierra y el mar, Dédalo se puso a trabajar para fabricar alas para él y su joven hijo Ícaro. Enlazó plumas entre sí empezando por las más pequeñas y añadiendo otras cada vez más largas, para formar así una superficie mayor. Aseguró las más grandes con hilo y las más pequeñas con cera, y le dio al conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro. Ícaro, su hijo, observaba a su padre y a veces corría a recoger del suelo las plumas que el viento se había llevado, y tomando cera la trabajaba con su dedos, entorpeciendo con sus juegos la labor de su padre. Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo batió sus alas y se halló subiendo y suspendido en el aire. Equipó entonces a su hijo de la misma manera, y le enseñó cómo volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar. Entonces padre e hijo echaron a volar.
Pasaron Samaos, Delos y Lebintos, y entonces el muchacho comenzó a ascender como si quisiese llegar al paraíso. El ardiente sol ablandó la cera que mantenía unidas las plumas y éstas se despegaron. Ícaro agitó sus brazos, pero no quedaban suficientes plumas para sostenerlo en el aire y cayó al mar. Su padre lloró y lamentando amargamente sus artes, llamó a la tierra cercana al lugar del mar en el que Ícaro había caído Icaria en su memoria. Dédalo llegó sano y salvo a Sicilia bajo el cuidado del rey Cócalo, donde construyó un templo a Apolo en el que colgó sus alas como ofrenda al dios
Pausanias cuenta una versión más prosaica (Beocia, xi.4) en la que ambos huían a Creta en barco, para lo cual Dédalo inventa el principio de la vela, desconocido hasta entonces para los hombres. Ícaro, navegante torpe, naufragó frente a la costa de Samos, en cuyas orillas se encontró su cuerpo. Heracles le dio sepultura en esa tierra que desde entonces se llama Icaria.
Octavio Augusto
Cayo Julio César Octavio Augusto (63 a.C.-14 d.C.), primer emperador de Roma (27 a.C.-14 d.C.), restauró la unidad y puso en orden el gobierno romano tras casi un siglo de guerras civiles. Reinó durante un periodo de paz, prosperidad y desarrollo cultural conocido como la era Augusta.
Octavio nació en Roma el 23 de septiembre del año 63 a.C.; era sobrino nieto de Julio César, a quien sucedió como gobernante del Estado romano. César estaba orgulloso del joven y lo presentó en el Colegio de Pontífices (sacerdocio principal romano) a la edad de dieciséis años. Cuando César fue asesinado en el 44 a.C., Octavio estaba en Iliria, donde servía en el Ejército; a su regreso a Italia, se enteró de que era el heredero adoptivo de César. Posteriormente Octavio tomó el nombre de Cayo Julio César.
Tanto los escritores antiguos como los más recientes han diferido en sus valoraciones sobre Augusto. Algunos han condenado su cruel búsqueda del poder. Otros, incluido el fiel partidario de la república Tácito, han admitido sus buenas acciones como dirigente. A veces los investigadores actuales critican sus métodos poco escrupulosos y su estilo autoritario, pero normalmente reconocen sus logros en el establecimiento de una administración eficiente y un gobierno estable, así como en la obtención de seguridad y prosperidad para el Imperio romano que comenzó con él.
OCTAVIO AUGUSTO
MAPA DEL IMPERIO ROMANO EN EL TIEMPO DE OCTAVIO.
Octavio nació en Roma el 23 de septiembre del año 63 a.C.; era sobrino nieto de Julio César, a quien sucedió como gobernante del Estado romano. César estaba orgulloso del joven y lo presentó en el Colegio de Pontífices (sacerdocio principal romano) a la edad de dieciséis años. Cuando César fue asesinado en el 44 a.C., Octavio estaba en Iliria, donde servía en el Ejército; a su regreso a Italia, se enteró de que era el heredero adoptivo de César. Posteriormente Octavio tomó el nombre de Cayo Julio César.
Tanto los escritores antiguos como los más recientes han diferido en sus valoraciones sobre Augusto. Algunos han condenado su cruel búsqueda del poder. Otros, incluido el fiel partidario de la república Tácito, han admitido sus buenas acciones como dirigente. A veces los investigadores actuales critican sus métodos poco escrupulosos y su estilo autoritario, pero normalmente reconocen sus logros en el establecimiento de una administración eficiente y un gobierno estable, así como en la obtención de seguridad y prosperidad para el Imperio romano que comenzó con él.
OCTAVIO AUGUSTO
MAPA DEL IMPERIO ROMANO EN EL TIEMPO DE OCTAVIO.
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